jueves, 10 de marzo de 2016

EMBARAZO JUVENIL

EL EMBARAZO JUVENIL El embarazo y la maternidad de adolescentes son hechos más frecuentes que lo que la sociedad quisiera aceptar; son experiencias difíciles que afectan la salud integral tanto de los padres adolescentes como la de sus hijos, familiares y de la sociedad en sí. En la actualidad 8 de cada 10 adolescentes de entre 14 y 19 años salen embarazadas por falta de conciencia tanto de ellas como de sus parejas y a falta de atención de los padres. Es difícil determinar con exactitud las razones de la preñez de las adolescentes. Las causas son múltiples y se relacionan entre sí. Una de las principales podría ser que la madre encabeza la mayoría de las familias de bajos ingresos, asume el rol de administradora del hogar y se convierte en la proveedora principal de los alimentos, por tanto, desatiende aspectos significativos de su casa y a menudo no tiene en quien delegar esas responsabilidades. Las consecuencias son múltiples: en primer lugar, los jóvenes carecen de modelos morales de referencia para guiar sus conductas; muchos de los roles adultos se transfieren tempranamente a las jóvenes. Y si a esto añadimos que la adolescente encinta suele exhibir una especie de competencia e identificación con la madre; por tanto, es frecuente que tenga su primer hijo aproximadamente a la misma edad en que lo hizo la mamá. Una adolecente a la edad de 13 o 15 años su cuerpo no está bien capacitado para concebir un hijo, son muchos los riesgos que se corren, pero las jóvenes adolescentes no toman en cuenta esto, aun así deberíamos orientarlos tanto en casa como en escuelas y no discriminarlas por el error cometido, para que su problema no sea peor de lo que ellas piensan. Si la mujer se casa, en muchos casos la pareja adolescente no puede establecer un hogar independiente por penurias económicas, y si la joven permanece soltera, continúa el embarazo con grandes carencias y dificultades, el grado de esto depende de si encuentra el apoyo de su familia, generalmente se vive un ambiente familiar y social de rechazo por no estar casada, y se crea una mayor dependencia económica y afectiva, en donde el apoyo familiar se condiciona a la aceptación de circunstancias que obstaculizan su desarrollo personal e incrementan las razones por las que se embarazó, y con ello la posibilidad de repetirlo. Las estadísticas muestran que el 24% de las chicas y el 27% de los chicos han tenido relaciones sexuales antes de la edad de 15 años. En la actualidad los adolescentes se están desarrollando en una cultura donde sus amigos, la televisión, las películas, la música y las revistas generalmente transmiten mensajes que sugieren que las relaciones prematrimoniales son comportamientos comunes, aceptados y en ocasiones, esperados de ellos. El hogar, la escuela, y otros ámbitos de la comunidad generalmente no brindan ningún tipo de educación acerca de los comportamientos sexuales responsables y no dan información clara y específica con respecto a las consecuencias de las relaciones sexuales. Por lo tanto, la mayor parte de esta "educación sexual" está llegando a los adolescentes a través de los compañeros mal informados o no informados. Dentro de los factores potenciales de riesgo de embarazo en las adolescentes se incluyen las salidas tempranas (las citas a la edad de 12 años están relacionadas con una posibilidad del 91% de tener relaciones sexuales antes de los 19 años y las citas a la edad de 13 se asocian con una probabilidad del 56% de actividad sexual durante la adolescencia), el consumo prematuro de alcohol, derivados del tabaco y/u otras drogas, incluso los productos del tabaco, la deserción escolar, la falta de grupos de apoyo, de amigos y de participación en actividades escolares, familiares o comunitarias; la percepción baja o nula de oportunidades para el éxito personal, la vida en comunidades o la asistencia a escuelas en donde la procreación a una edad temprana es común y vista como norma y no como un tema de preocupación; crecer en condiciones de pobreza, haber sido víctimas de abuso sexual o el ser hija de una madre que tuvo su primer parto a una edad de 19 o siendo aún más joven. Las mujeres que tienen su primer hijo durante la adolescencia, tienen una mayor probabilidad de quedar embarazadas nuevamente y de tener un número mayor de partos. Tienen menos probabilidades de recibir el apoyo del padre biológico de sus bebés, de terminar sus estudios, de trabajar y de establecer su independencia y su estabilidad financiera para sostenerse a sí mismas y a sus hijos sin necesidad de una fuente externa de recursos. Las madres adolescentes casadas tienen mayor probabilidad (del 80% ó más) de experimentar el divorcio, que aquellas mujeres casadas que posponen su maternidad hasta después de los 20 años de edad. El embarazo en la adolescencia se asocia a mayores tasas de morbilidad y mortalidad, tanto para la madre como para el niño. Las mujeres adolescentes no sólo están menos preparadas EMOCIONALMENTE que las mujeres mayores para tener un bebé, sino también menos preparadas FÍSICAMENTE para dar a luz un bebé saludable. Las adolescentes embarazadas tienen un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones médicas graves como toxemia, hipertensión inducida por el embarazo, anemia grave, parto pre término y/o placenta previa. La tasa de mortalidad materna para las mujeres de 15 años de edad o menos es de un 60% mayor que para las mujeres mayores de 20 años. Cambiar mochilas por pañaleras Piensa que en un día tu despiertas, te levantas y haces la misma rutina siempre, te bañas, desayunas, arreglas tu mochila, tus libros y cuadernos plumas, etc. Ahora piensa en que te despiertas temprano porque tu bebe ya se despertó. Y tiene hambre, que te levantas y si vas a algún lado metes a la pañalera, las mamilas, el agua caliente, la leche en polvo, pañales, cobijitas, etc. ¿Te das cuenta que es muy diferente cargar una mochila a cargar una pañalera? ¿O la diferencia de ser mamá a ser una alumna? CONSECUENCIAS DEL EMBARAZO ADOLESCENTE Una de las primeras consecuencias es el abandono de sus estudios, y en algunos casos no logran terminar siquiera la secundaria, el mayor número de embarazos prematuros suceden en las escuelas de media superior, a pesar de tener una mayor y mejor información de cómo pueden tener mayor precaución para evitar un embarazo prematuro es ahí donde suelen suceder más embarazos inesperados. Otro riesgo son con los medios de información escasos que se tienen en la T.V,RADIO E INTERNET , en el que se les comenta que ellas son dueñas de su cuerpo y si no quieren echar a perder su futuro pueden interrumpir el proceso de ese embarazo para poder seguir con una vida normal como si nada hubiera pasado, pero eso es una gran mentira, porque solo en casos muy especiales se puede interrumpir un embarazo y se puede recurrir a este método, como sería el caso de una violación, o un mal congénito del bebe, en donde el feto no esté formando correctamente al ciclo que lleva de formación y no se garantice más de tres hora de vida ya nacido el bebe. Los chicos que aceptan su realidad de enfrentar los embarazos prematuros ahora son madres y jefes de una familia pequeña en donde día con día tratan de sacar adelante a esa familia enfrentando diversos problemas internos como falta de comunicación en la pareja, donde finalmente llegan a conocerse y aceptan que esto no era lo que ellos querían pero tratan de seguir adelante con todos estos problemas algunos siguen adelante satisfactoriamente pero desgraciadamente en otros casos no, ya que, las adolescentes tienen que enfrentar este embarazo prematuro solas y en algunas veces sin el apoyo de la familia y que paso con el adolescente que no tuvo su responsabilidad, porque en el momento indicado cumplió con lo que le tocaba, pero ahora ¿en dónde está? Lógicamente evadiendo la responsabilidad que le tocaba, por eso chicas, cuídense mucho sean precavidas, aprendan a decir no cuando sea necesario y para los chicos un enorme consejo, recuerden que también tienen una enorme responsabilidad, no solo las chicas debemos cuidarnos

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